La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años y tres meses de prisión al propietario de una empresa de gasóleos por escatimar miles de litros de combustible a una cuarentena de clientes, en lo que constituye la primera condena impuesta en España por un fraude en carburantes.
La Sección Décima de la Audiencia ha condenado por un delito continuado de estafa al dueño de la empresa Gasóleos Cataluña, José María Martinell Jou, que tampoco podrá ejercer como industrial durante los próximos dos años, y a un conductor de la sociedad, Juan José González Moya.
Un tercer procesado, un camionero contratado, ha sido absuelto al no hallarse pruebas de su participación en el timo que, según la Sala, fue ideado por Martinell y González Moya, y se desarrolló entre 1993 y 1997. La sala no impone penas mayores al considerar que los hechos no revisten «especial gravedad» por el «poco» número de estafados y las «cifras no muy elevadas» del fraude.