El Foro Internacional sobre el Holocausto, el mayor encuentro realizado sobre el tema en una época de ascenso de los movimientos xenófobos en Europa, se inauguró ayer con asistencia de destacados gobernantes y estudiosos.
Los asistentes, pertenecientes a medio centenar de países, debatirán sobre asuntos como la educación, el recuerdo y el homenaje a las víctimas de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La conferencia de Estocolmo pretende combatir las denominadas teorías revisionistas, la más conocida de las cuales es la que niega, o al menos minimiza, las atrocidades cometidas por el Tercer Reich contra quienes no consideraba como la «raza superior».
A la sesión inaugural del Foro, que concluye mañana, asistieron los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, la princesa heredera, Victoria; los primeros ministros de Francia, Lionel Jospin, e Italia, Massimo D´Alema, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder. También asistieron los presidentes de Argentina, Fernando de la Rúa; República Checa, Vaclav Havel; Polonia, Aleksander Kwasnieski; Letonia, Vike Freiberga; Bulgaria, Petar Stojanov, y Eslovaquia, Rudolf Schuster, así como numerosos ministros y diplomáticos.
Las experiencias recientes de genocidio en Bosnia, Kosovo, Ruanda y Timor Oriental así como el objetivo de evitar su repetición en el futuro constituyen un ejemplo adicional sobre la barbarie humana y la comprobación de que los motivos intrínsecos que llevaron al Holocausto no han desaparecido 50 años después.
Las sesiones estarán organizadas en tres grandes grupos de trabajo, al tiempo que se celebrarán reuniones intergubernamentales de coordinación política sobre acciones comunes frente al crecimiento de los movimientos neonazis en el mundo.
El primer grupo de trabajo, denominado «Educación del Holocausto-Hacia dónde vamos», analizará, entre otros temas, las teorías y resultados pedagógicos, la educación en un contexto contemporáneo y el enfrentamiento con los que niegan la existencia del Holocausto en la sociedad y en la educación.