En la videoconferencia, que pudo seguirse desde el Ministerio de Defensa, Aznar expresó la satisfacción de los españoles por la labor que estas tropas están desarrollando en sus diversos cometidos y dijo que esa actuación significa mucho para la proyección de España y para la promoción de los valores democráticos en que se basa la convivencia.
Ante la llegada del próximo año, confió en que «ahora que tanto se habla del efecto 2000, el verdadero efecto sea el de la paz, para que las misiones de las tropas españolas no tengan que ir más allá de la ayuda humanitaria o de la que fuera precisa en caso de fenómenos naturales». Aznar y su familia pasan esta Nochebuena cenando con el líder palestino, Yaser Arafat, en el Monasterio franciscano de la Natividad, en Belén. «No vamos a hacer nada especial, habrá unas 200 personas entre frailes e invitados, y haremos la comida de siempre, algo sencillo», dijo el padre Justo Alcaraz, superior de la orden en Belén.
Los Aznar no comerán el tradicional pavo ni diversas «delicatesen», pues aunque todavía debe concretarse exactamente el menú, es prácticamente seguro que se ofrecerá «gallina y espaguetis, y quizás carne mechada, y de postre el dulce de aquí de la casa y frutas variadas», dijo el padre. Aznar y su esposa, Ana Botella, serán parte de los aproximadamente 50 invitados oficiales del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, quien por cuarto año consecutivo asistirá a la cena que es ofrecida por los padres franciscanos, la orden religiosa que tiene encomendada la custodia de Tierra Santa por el Vaticano desde 1342.