El temor a un atentado terrorista en torno a las fechas de Año Nuevo ha cobrado aún más fuerza en EE UU tras la nueva advertencia del Departamento de Estado, que ha alertado sobre el riesgo que pueden suponer las celebraciones multitudinarias, como es el caso de Times Square, en Nueva York, donde se espera que se congreguen más de dos millones de pesetas. Tras la detención el pasado viernes de un presunto terrorista argelino, llamado Ahmed Rassam, que intentaba entrar con material explosivo en EE UU desde Canadá, el Departamento de Estado reconoció ayer que también en Jordania podría haber una amenaza terrorista para ciudadanos norteamericanos.
El Pentágono ha ordenado reforzar la vigilancia de sus instalaciones dentro y fuera del país, al tiempo que los aeropuertos estadounidenses han extremado sus medidas de seguridad y en las fronteras la supervisión de pasaportes y equipajes es máxima. El temor a un posible atentado terrorista, al que en un principio se concedía más importancia por la simbología de la fecha que por una amenaza real, está siendo cada vez mayor.
«El Gobierno estadounidense cree que los terroristas podrían estar planeando un ataque en o alrededor de las fechas de Año Nuevo, con peligro hasta mediados de enero del 2000», señala la nueva advertencia que desde el Departamento de Estado han recibido los ciudadanos. Mientras, en Canadá, donde las críticas por la falta de seguridad en los aeropuertos han hecho que se extremen las medidas de vigilancia, la policía ha investigado numerosos domicilios de argelinos en busca de conexiones con el presunto terrorista detenido el viernes.