Más de un 30 por ciento de los escolares encuestados declaran sufrir agresiones verbales con cierta frecuencia, cerca de un 9 por ciento amenazas con la finalidad de meterles miedo y más de un 4 por ciento padece agresiones físicas directas, y de éstas un 1 por ciento con armas, afirma el informe del Defensor del Pueblo sobre Violencia Escolar en España.
Fernando Alvarez de Miranda, quien hoy deja la institución al cumplirse los cinco años de su mandato al frente de la misma, donde será sustituido por el actual adjunto, Antonio Rovira, presentó ayer en el Congreso los tres últimos informes realizados por el Defensor del Pueblo bajo su mandato y que tienen que ver con la violencia escolar, los residuos urbanos y la atención sociosanitaria a los ancianos.
Tras la entrega de los mismos al vicepresidente primero del Congreso, Enrique Fernández Miranda, el Defensor del Pueblo explicó a la prensa que la violencia escolar en España «no es alarmante si se compara con la que se registra en países del entorno europeo», sobre todo en los tipos de violencia o maltrato de mayor gravedad.
No obstante, dijo, la violencia escolar española «sí es suficiente para llamar la atención de todos los participantes en el proceso educativo», ya que la investigación pone de manifiesto que en las escuelas españolas «se producen de forma constante actitudes violentas que es preciso erradicar».
La investigación, llevada a cabo con la colaboración de UNICEF, ha estado centrada en los propio alumnos, como actores y víctimas de la violencia, y ha incluido un trabajo de campo en el que fueron entrevistados un total de 3.000 alumnos de secundaria de 300 centros públicos y privados de todo el territorio español.