La subcomisión que estudia en el Congreso el coste de los libros de texto en la enseñanza obligatoria y su posible gratuidad celebró ayer su última reunión, antes de la aprobación definitiva de un dictamen el próximo día 25 de noviembre, en la que los distintos grupos presetaron sus propuestas.
Mientras que el PSOE propuso la gratuidad total de los libros de texto en tres años para todos los alumnos, el PP sugirió un sistema de ayudas para los más necesitados. En concreto, la propuesta socialista establece que cada año el Estado dedique una partida en los presupuestos para libros de texto y material curricular, entendiendo como tal cuadernos y materiales necesarios para el desarrollo de los planes de estudios.
Dicha asignación sólo se podrá dedicar a la compra de material curricular y libros de texto, en establecimientos abiertos al público, y se deja al centro que, en el ejercicio de su autonomía, decida el procedimiento de entrega de los libros, el periodo de renovación, los materiales que sean reutilizables e, incluso, la posibilidad de potenciar con ese dinero la biblioteca de aula.
«Se trata de una propuesta asumible por el Estado que garantiza que todos los escolares puedan tener un libro de texto nuevo cada año, de su propiedad, con independencia de que luego el centro decida reutilizarlo o utilizar mejor la biblioteca», explicó en rueda de prensa la portavoz de Educación del PSOE en el Congreso, Clementina Díez de Baldeón. Por su parte, el portavoz de Educación del PP en el Congreso, Juan Carlos Guerra Zunzunegui, criticó que al PSOE le haya entrado ahora «las prisas», y que prometa la gratuidad cuando no lo hizo cuando estuvo en el Gobierno. En cambio, defendió que su grupo apuesta por propuestas «progresivas» y «sociales», que petenden ayudar a los más necesitados, así como mayores recursos para otras cuestiones todavía por mejorar en la enseñanza.