El Gobierno negociará con los sindicatos una estrategia para establecer medidas que eviten el consumo de tabaco y el alcohol, además de otras sustancias estupefacientes, en las empresas.
Este es uno de los puntos contenidos en el documento elaborado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, que contiene las líneas básicas de actuación que pretende llevar el Gobierno en la lucha contra el consumo de estupefacientes para los próximos ocho años (2000-2008).
Este documento, que ha sido debatido desde antes del verano por técnicos del Gobierno y de las Comunidades autónomas, será puesto en común mañana martes en la Conferencia Intersectorial por los máximos responsables del Estado en la materia (ministerios de Interior, Justicia, Educación y Cultura y Sanidad) y los representantes de las comunidades autónomas. Este será aprobado con toda probabilidad, tal y como ha manifestado esta semana el propio responsable del Plan, Gonzalo Robles.
Hasta el momento los pilares básicos de la prevención y la lucha contra el consumo de drogas han sido la familia, la escuela y los medios de comunicación. A estos, el Gobierno quiere añadir un cuarto: las empresas.
No obstante, la intención de la Administración no es «prohibir» dichos consumos sino consensuar con los sindicatos «medidas preventivas» que impliquen un compromiso para reducir o evitar fumar y tomar bebidas alcohólicas de cualquier tipo.