El pequeño Juan Urdangarín de Borbón, segundo nieto de los Reyes, superó ayer en brazos de sus padres su primera comparecencia ante los medios de comunicación, y lo hizo despierto, tranquilo. El bebé, al que su padre describió como «hermoso y rubio» cuando nació, es además un niño de facciones redondeadas y ojos «azulones», según informó su propia madre, la infanta.
Doña Cristina mantuvo en sus brazos al pequeño prácticamente durante toda la media hora que duró la comparecencia ante los medios, en la que estuvieron acompañados por los Reyes y por los abuelos paternos, el matrimonio Urdangarín Liebaert. El pequeño hizo su primera aparición en público vestido con un clásico pelele azul claro. La sesión de fotos se realizó en el jardín de la clínica, con los protagonistas rodeados por algunos de los más de 200 centros de flores que han recibido.
La comparecencia pudo ser contemplada por un nutrido grupo de personas que vitorearon a los protagonistas del acto, especialmente a Juan, que, según confirmó Iñaki Urdangarín, será el único nombre que reciba el bebé cuando se le bautice.
El pequeño, por casualidad, levantó su mano izquierda al pasar frente al grupo de periodistas que cubre habitualmente las actividades de la Casa del Rey, y su madre, divertida, aprovechó para decirle: «Sí, saluda, que a partir de ahora los vas a ver mucho». La infanta señaló que el pequeño duerme muy bien y apenas llora, que lo alimenta amamantándolo, y, eso sí, pidió que los parecidos del niño los sacaran los propios periodistas.