Miles de personas fueron alertadas por las autoridades, por medio de altavoces, para que permanecieran encerradas en sus casas, tras el accidente ocurrido en un laboratorio del complejo de Tokaimura, al noreste de esta capital. Un escape, cuyo origen aún no había sido identificado al llegar la noche, ocasionó una brutal subida del nivel de radiación, que superó en un momento 4.000 veces las normas aceptadas, antes de bajar de nuevo a un nivel cercano al normal en los alrededores del lugar, según fuentes gubernamentales. «El país nunca vivió una situación como esta», declaró el secretario general del Gobierno, Hiromu Nonaka, tras una reunión de emergencia del Gabinete, convocada por el primer ministro Keizo Obuchi.
La gravedad del accidente nuclear, aumentaba por momentos y ha obligado al primer ministro, Keizo Obuchi, a retrasar el reajuste de gobierno que tenía previsto realizar hoy, informaron fuentes oficiales. Al filo de la medianoche, portavoces de la empresa reprocesadora de la basura nuclear, JCO, revelaron que además de 14 trabajadores de la planta, once empleados que se encontraban en un edificio colindante resultaron contaminados con las radiaciones, así como otros cinco civiles de la zona.
Dos de los tres trabajadores que en la mañana fueron evacuados y hospitalizados del bloque en el que se produjo el accidente se encuentran en estado crítico, por haberse expuesto a altas dosis de radiación, que cuantificaron en torno a los 8 sieverts. El Instituto Japonés de Investigación de Energía Atómica (JAERI) dijo que se detectaron entre 2 y 4 milisiervets de neutrones por hora (niveles entre 10.000 y 20.000 veces superiores a las radiaciones normales del ser humano) en el recinto de la planta.
También se registró en el lugar cesio-138, obtenido en el mismo proceso, mientras que en el vómito de los tres operarios contaminados se halló la sustancia radiactiva sodio-24.
En la reunión de emergencia que presidió Obuchi se constató que los niveles de radiación en las inmediaciones de la planta continuaban siendo muy altos pese a haber pasado ya más de 14 horas desde el accidente, ocurrido a las 10'35 horas (01'35 GMT). El ministro portavoz del gobierno, Hiromu Nonaka, advirtió de la posibilidad de que el «estado crítico» de fisión nuclear en cadena dentro del edificio de reciclado del material radiactivo estuviera aún produciéndose, por lo que pidió que se extremaran las precauciones.
Además de la evacuación de medio centenar de viviendas a menos de un radio de 350 metros de la planta, el gobierno provincial de Ibaraki y el ayuntamiento de Tokaimura han establecido una zona de precaución de diez kilómetros a la redonda en una zona en la que viven 300.000 personas. A través de la televisión pública NHK, que ha suspendido la programación habitual para informar del accidente, se repiten llamamientos para que en ese radio de 10 kilómetros se permanezca en las casas o centros públicos habilitados, con las ventanas cerradas.