El Anteproyecto de Ley sobre animales domésticos y adiestramiento de perros nace como consecuencia de los numerosos ataques protagonizados por perros de razas consideradas 'especialmente agresivas' y por el adiestramiento para la pelea que muchos de estos animales reciben.
El Anteproyecto incluye multas de hasta dos millones y medio de pesetas por agresiones y la exigencia de unos requisitos mínimos para la posesión de ciertos animales. Aunque la iniciativa ha sido bien recibida por la Real Sociedad Canina, no le han faltado críticas.
Si el texto consigue llegar a su término, toda persona que quiera adquirir un perro potencialmente agresivo (Pitbull, Rottweiller, Dóberman...) tendrá que obtener primero una licencia del ayuntamiento. Además deberá ser mayor de edad, no tener antecedentes penales, tener un certificado de aptitud psicológica y un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros.
Por otro lado, los establecimientos o asociaciones que alberguen estos animales para su cría o comercialización tendrán que tener una autorización especial. Estos requisitos también serán extensibles a los animales 'salvajes' que quieran tenerse en el hogar porque el Anteproyecto hace referencia a «animales que perteneciendo a la fauna salvaje, son utilizados como animales domésticos, de guardia, protección o compañía y que con independencia de su agresividad pertenecen a especies que pueden ocasionar muerte o lesiones».