El Príncipe de Asturias pidió ayer en la Plaza del Obradoiro el «patrocinio» del Apóstol Santiago para que la juventud pueda asentar sus vidas sobre valores e ideales solidarios y generosos con el fin de contribuir al desarrollo «armonioso» de la sociedad y al bienestar «material y moral» de todas las personas.
Su Alteza Real Felipe de Borbón realizó esta invocación al Apóstol ante de miles de jóvenes que se congregaron a pesar de la lluvia que cayó en algunos momentos de la Eucaristía final de la Peregrinación y Encuentro Europeo de Jóvenes (PEEJ 99).
En ella, pidió al Patrón de España que su mensaje «ya bimilenario» ilumine nuevas etapas del vivir histórico, en las que se superen los antagonismos y conflictos que «todavía enfrentan y atenazan» a pueblos y regiones de Europa y en las que los jóvenes «puedan caminar por un sendero común de fraternidad, de justicia y de paz».
El Príncipe de Asturias manifestó sentirse «especialmente unido» a los miles de jóvenes procedentes de España y de diversas ciudades de Europa, que han querido peregrinar hasta el Sepulcro del Apóstol en el último Año Santo Compostelano del milenio.
Este encuentro es, según su Alteza Real, «un anticipo de la experiencia espiritual» a la que está invitada a vivir toda la juventud el año que viene en Roma.
Por otra parte, el príncipe Felipe recordó la visita a Compostela del Papa Juan Pablo hace ahora diez años, en la que «rodeado de centenares de miles de jóvenes llegados de todos los pueblos del mundo» invocó al Apóstol «mientras confesaba su esperanza en las jóvenes generaciones».
Finalmente, Felipe de Borbón pidió a Dios, «por la intercesión del Santo Patrón», perdón por los errores que «se hayan cometido como colectivo» e imploró «su fortaleza divina» para caminar con acierto en el tiempo nuevo para vivirlo con «ilusión responsable».