Siete de cada diez españoles (un 69'2%) prefieren tener un contrato estable a tiempo parcial que uno de jornada completa pero temporal, opción por la que se decanta uno de cada cinco consultados(un 20'1%). A pesar de ello, sólo un tercio cree que la contratación a tiempo parcial puede favorecer el crecimiento del empleo, mientras el 41'5% piensa que no va a ser decisivo en esta cuestión.
De hecho, según una encuesta inédita del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre «Actitudes de los españoles ante el mercado de trabajo», realizada el pasado mes de marzo a 2.500 personas mayores de 16 años, a la que ha tenido acceso Europa Press, la mayoría cree que este tipo de contrato estable a tiempo parcial sólo interesa a los jóvenes que quieran compatibilizar estudios y trabajo (un 87'5%), a quienes quieran compaginar vida laboral y familiar (un 82'4%), a todos los trabajadores con contrato temporal (un 50'4%) y a quienes, en general, necesiten reducir jornada (un 76'7%).
Del 39'4% de los consultados que trabajan, el 52'2% tiene contrato indefinido y un 27%, temporal, mientras el resto son fijos discontinuos (5'2%), autónomos (1'5%) o están sin contrato (13'2%). La mayoría de estos contratos temporales son por obra o servicio determinado (39'9%) y estacionales o de temporada (25'9%) mientras que el resto son de aprendizaje o prácticas (10'7%), de interinidad (6'9%) o de otro tipo (14'4%). No obstante, sólo un 13'5% de ellos se han realizado a través de una empresa de trabajo temporal.
El 82'7% de quienes tienen un contrato temporal reconocen que se mantienen en esa situación «por no haber podido encontrar un empleo permanente», mientras que para un 4'8% es por voluntad propia. Respecto al tipo de jornada, tres de cada cuatro trabajadores (77'5%) la tienen a tiempo completo y un 21'7%, a tiempo parcial. Las razones de tener este tipo de jornada son, básicamente, no haber podido encontrar un trabajo de jornada completa (34'9%), el interés personal (26'2%) u obligaciones familiares (15'6%). La duración media de su jornada es de 21'5 horas semanales, frente a las casi 39 de quienes trabajan a jornada completa.