Los incidentes vividos la semana pasada entre los inmigrantes magrebíes y un grupo de vecinos de Terrassa está levantando el miedo entre ciudadanos marroquíes repartidos por toda España, que temen que «la caza del extranjero se extienda a otras zonas». En este sentido, el portavoz de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes, ATIME, Mustapha El Mrabet, considera que la respuesta de la sociedad española y de las autoridades no ha estado a la altura de la gravedad de los hechos.
El Mrabet, explicó que muy difícil vivir en un país donde se dan brotes racistas, «no sólo por parte de grupos radicales sino de los propios vecinos», y dijo que si no se toman las medidas adecuadas «se puede llegar a poner en peligro nuestra propia integridad física». ATIME, que se personará en todos los procesos abiertos contra las personas detenidas por la agresión a inmigrantes marroquíes en Terrassa, cree que, igual que se hizo en su día para pedir el fin de la violencia terrorista, «debe ser la sociedad española la que diga 'Basta ya'».
Por su parte, el consulado de Gambia en Barcelona ejercerá la acusación particular contra los responsables de haber causado el incendio que ayer afectó a un edificio en el que viven inmigrantes gambianos en Banyoles, tres de las cuales resultaron heridas. Según anunció ayer el cónsul honorario de Gambia, Juan Antonio del Moral, cuando se detenga a los culpables el consulado se personará en la causa como acusación particular.
En este sentido, el portavoz de la asociación explicó que la solución a los episodios de violencia de los últimos días está en que «todas las personas asuman su responsabilidad en el ámbito que le corresponda, que se deje de criminalizar la inmigración y que la sociedad esté perfectamente informada de todo lo que sucede». Asimismo, dijo que se debe dejar de hablar de legales e ilegales ya que «se trata de una situación administrativa y no de una inyección que se le pone a los inmigrantes en la frontera sur de España».