El exitoso lanzamiento con puesta en órbita de la nave de carga Progress M-42, que hoy se acoplará a la Mir con toneladas de suministros, ha despejado de momento el temor a un final apocalíptico de la legendaria estación espacial. Los agoreros milenaristas y lectores de Nostradamus tendrán que buscarse otras opciones para el anunciado fin del mundo porque si todo va bien, como se espera, la Mir recibirá a tiempo las provisiones que necesita para mantenerse en el espacio hasta su definitivo regreso a la Tierra en el año 2000.
El acoplamiento de la nave de carga, lanzada el viernes desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) dos días después de lo previsto, está anunciada para las 17.56 GMT de hoy domingo.
Atrás quedaron diez días de negociaciones a contrarreloj entre el Gobierno de Rusia y el de Kazajistán, que prohibió todas las operaciones rusas desde Baikonur después de que un cohete Protón-K estallara en pleno vuelo el pasado día 5.