Rusia consiguió ayer, miércoles, la reapertura del cosmódromo kazajo de Baikonur, tras varias jornadas de negociaciones maratonianas, lo que permitirá enviar los suministros que precisa la estación espacial «Mir» para su supervivencia.
El viceprimer ministro ruso, Iliá Klebánov, anunció el levantamiento de la prohibición a los lanzamientos desde Baikonur, que había sido impuesta por Kazajistán tras la avería que sufrió el pasado día 5 el cohete ruso «Protón-K», cuyos restos cayeron en el territorio de ese país centroasiático.
El acuerdo fue alcanzado en la capital kazaja, Astaná, ahora,
según Klebánov, se lleva a cabo la «formalización
diplomática».
Sin embargo, explicó el viceprimer ministro kazajo, Alexandr
Pávlov, Rusia no podrá lanzar al espacio cohetes «Protón» hasta que
no se aclaren las causas de la última avería.