La filial estadounidense del grupo automovilístico japonés Toyota fue ayer reclamado por la justicia acusada de transgredir la legislación sobre la protección del aire. La filial se expone a una sanción civil de más de 58.000 millones de dólares (más de 9 billones de pesetas). Según la denuncia presentada por el Departamento de Justicia, por iniciativa de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, Toyota vendió 2'2 millones de vehículos cuyos sistemas de control de las emisiones contaminantes eran defectuosos.
Toyota se enfrenta a una posible sanción de 9 billones por un delito medioambiental