La estación orbital Mir deberá ser evacuada y podría caer sobre la Tierra de forma incontrolada si Kazajastán no levanta la prohibición de enviar una nave de carga hacia la estación orbital antes del 20 de julio, aseguró el director de la agencia espacial rusa (RKA), Yuri Koptev.
Según Koptev la ventana de tiro para lanzar un carguero de abastecimiento Progress a partir del cosmódromo kazajo de Baikonur cerrará el 20 de julio durante un mes. Esto significa que la Mir se encontraría durante un mes en una órbita inaccesible a un cohete lanzado desde Baikonur. En ese caso, la falta de comida y agua obligará a los cosmonautas a volver a Tierra antes de lo previsto, sin haber logrado preparar la Mir para que efectúe un vuelo automático. «Esta hipótesis nos pondría en una situación muy desagradable. Una estación de una masa de 140 toneladas sin preparación para un vuelo automático puede volverse incontrolable, perder en cualquier momento su órbita y caer sobre la Tierra», dijo Koptev.
El carguero Progress está cargado con material indispensable para el mantenimiento de la Mir para un vuelo automático. «Esto implica una amenaza de catástrofe para todos los países sobrevolados por la trayectoria de la Mir», añadió.
Desde la explosión de un cohete el pasado lunes, minutos después de su despegue, Kazajastán suspendió todos los lanzamientos hasta que concluya la investigación sobre el accidente, cuyos resultados deberían darse a conocer antes del 20 de julio.
Los kazajos exigen una compensación de varios millones de dólares por los destrozos ocasionados por la caída del cohete, y sobre todo por la dispersión sobre Kazajstán de varias toneladas de carburante tóxico.
Los rusos prosiguieron hasta los preparativos del lanzamiento como si no hubiera pasado nada. El lanzamiento está programado para el mañana miércoles a las 19:25 (hora peninsular española). La prohibición del tiro por parte de Kazajastán ha adquirido dimensiones de asunto de Estado.