El ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, reiteró ayer que los retrasos actuales se deben a la congestión del espacio aéreo europeo. En ese sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunció que AENA no quiere informar sobre las demoras que se registran en Barajas porque quiere «ocultar sus problemas». Arias Salgado subrayó el buen funcionamiento de los aeropuertos españoles, destacando que los problemas que tienen actualmente son debidos a la «gran congestión del espacio aéreo europeo y español». De esta manera, según las explicaciones del ministro, esta situación provoca que que se envíen a los corredores aéreos españoles «más vuelos de los que podemos administrar con la plantilla de controladores con la que disponemos actualmente».
Precisamente por ello, los controladores han renunciado a tomarse las vacaciones durante la época estival, por lo que «tendremos la capacidad de tener todos los corredores aéreos españoles abiertos durante todo el verano, y algunos de ellos ya se han duplicado», aseguró Arias Salgado. Además, la colaboración de las compañías aéreas, pilotos, controladores y personal de tierra facilitará una puntualidad «razonable» en los principales aeropuertos españoles, «para estar en una media europea de puntualidad, que oscila en torno al 65 ó 70 por ciento».
Por todo esto, el titular de la cartera de Fomento indicó que la ayuda de los controladores aéreos militares no será necesaria, a menos que se produzca un supuesto de extrema urgencia, que siempre requeriría un periodo de adaptación desde las técnicas de control aéreo ejercido por lo militares.
En otro orden de cosas, la OCU denunció que AENA no quiere informar sobre las demoras que se están produciendo en el aeropuerto de Barajas porque quiere «ocultar sus problemas, en lugar de asumir responsabilidades y dar la cara ante los afectados». El portavoz de esta organización, José María Múgica, criticó la decisión del ente público de cerrar el principal canal de comunicación que informaba sobre los retrasos del aeropuerto madrileño, ya que considera que «evitando los problemas no se solucionan».