Los científicos tendrán pronto una nueva herramienta para el «registro de fósiles» que se originaron en el «Big-Bang» y pistas ocultas de la evolución del universo. El lanzamiento del satélite Far Explorer Ultraviolet Spectroscopic Explorer (FUSE, Explorador Ultravioleta Espectroscópico de Largo Alcance), previsto por la NASA para el próximo miércoles, observará de cerca los planetas y permitirá tener acceso a una inmensa parte de la estructura de nuestra Via Láctea.
Según informó la Agencia Espacial estadounidense (NASA), la misión del FUSE estará centrada, desde el punto de vista científico, en el estudio del hidrógeno y del deuterio (variante del hidrógeno dos veces más pesada que éste), creados poco después de que tuviera lugar el «Big-Bang». Con la información resultante, los astrónomos será capaces de echar la vista atrás y analizar con sólidos elementos de juicio los tiempos en los que universo era todavía un niño.
Con el examen de estas «reliquias» del nacimiento del Universo, los astrónomos podrán alcanzar una mejor comprensión del proceso que llevó a la formación y evolución de las estrellas, incluyendo nuestro Sistema Solar. De hecho, los datos que los científicos esperan obtener del FUSE les permitirá dar un gran salto en la comprensión de cómo se formaron los elementos primordiales y cómo fueron distribuidos desde el principio de los tiempos. «Pensamos que el deuterio desaparece a medida que las estrellas envejecen», afirmó uno de los científico.