Cada día se diagnostican menos casos nuevos de sida en España. Y es que durante el pasado año fueron 3.664 las personas a las que se les diagnosticó esta enfermedad, un 20 por ciento menos que el año anterior y un 50 por ciento menos desde 1994, situando el número de nuevos casos en niveles parecidos a los de 1991, según los últimos datos de la Secretaría del Plan Nacional sobre el sida hechos públicos ayer. Casi cuatro de cada cinco de éstos se produjeron en hombres. La transmisión madre-hijo disminuyó un 80 por ciento en los últimos tres años.
Desde que en 1994 se registrase en España la máxima incidencia de enfermos de sida, la tendencia ha sido paulatinamente a la baja para situarse en la actualidad justamente en la mitad de casos que entonces. Pero, además, ha mejorado la supervivencia y la calidad de vida de los enfermos, aumentando el número de personas vivas con diagnóstico de sida a unas 20.000 a finales de 1998.