«Los españoles pagan demasiado por la electricidad que consumen». Esta es la conclusión de la OCU tras realizar un estudio comparativo en 19 países, todos los de la Unión Europea menos Grecia e incluyendo e además Estados Unidos, Noruega, Suiza, Canadá y Australia. Los datos dejan ver que el precio de la electricidad española está por encima de la posición número diez, si los ordenamos de más a menos baratos. Pero si además se tiene en cuenta el poder adquisitivo de los españoles, España no baja nunca de la posición 14. Los países más caros son Portugal, Dinamarca y España, mientras que los más baratos son Finlandia, Canadá, Suecia y el Reino Unido. Para la OCU, el precio del kilowatio debería rebajarse sustancialmente. Además insta al Gobierno a que liberalice totalmente el sector cuanto antes. Mientras, recomiendan contratar menos potencia y utilizar la tarifa nocturna.
Victor Arenas, uno de los técnicos que realizó el análisis, aclaró que las medidas liberalizadoras que el Gobierno puso en marcha en abril no variaron sustancialmente los resultados. Ahora bien, la OCU denuncia que no sólo hay que tener en cuenta el precio que se paga, sino el poder adquisitivo de los ciudadanos, lo que pone de manifiesto el esfuerzo que tienen que hacer unos y otros para pagar el recibo de la luz. Teniendo en cuenta este dato, se deduce que la electricidad española es un 176 por ciento más cara que la electricidad finlandesa.
Ante esas conclusiones, la organización de consumidores propone ajustar lo más posible el contrato de la potencia al consumo real, ya que en la actualidad la mayoría de las veces se contrata para que puedan estar funcionando a la vez todos los electrodomésticos de la casa.