El 40% de las empresas que ofrecen cursos en el extranjero, tanto de verano como anuales, actúan sin ningún tipo de control ni garantía legal frente a sus clientes, denunció ayer Juan Manuel Elizalde, presidente de la Asociación de Promotores de Cursos en el Extranjero (ASEPROCE).
Esta Asociación agrupa a 70 empresas de las cerca de 300 que en España ofrecen cursos de idiomas, un sector que no está regulado y recibe una «respuesta escasa de la Administración», según Elizalde. En 1999 se calcula que 210.000 españoles, en su mayor parte jóvenes y de sexo femenino, viajarán a otros países para estudiar idiomas, principalmente inglés, seguido, a larga distancia, de francés y alemán. El 60% de los alumnos elige Gran Bretaña o Irlanda para los cursos, seguido de Estados Unidos o Canadá (25%); y Australia, Nueva Zelanda, Malta, Francia y Alemania (15%).