El Gobierno está decidido a frenar la espectacular caída de la natalidad que ha sufrido nuestro país en los últimos años y a evitar en lo posible que el trabajo y los hijos sean algo incompatible. Para ello, han aprobado un texto elaborado por el Departamento de Asuntos Sociales en el que se apuntan cuestiones para que las mujeres embarazadas no sean un problema para las empresas.
Entre las iniciativas, se propone que el despido por embarazo sea nulo y que los hombres puedan disfrutar también de un permiso de paternidad de hasta 10 semanas. En opinión del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, este texto no sólo ayudará al empleo femenino, sino que fomentará a la natalidad.
Pimentel considera que el hecho de que tanto hombres como mujeres puedan solicitar un plazo de maternidad o paternidad hará que el empresario no piense que por norma lo va a coger la mujer. «Es más, estoy convencido de que cada vez más hombres van a pedir el permiso de paternidad, lo que hoy levanta incluso algunas sonrisas, pero dentro de poco nos habituaremos a que sea el hombre el que coja el permiso», añadió.
En este sentido, el ministro afirmó que esto es sólo un paso y que la intención es ir a más porque en el caso de que el Gobierno otorgue un nuevo derecho a la mujer no lo va a pagar la empresa, sino la Seguridad Social, con lo que lanzamos económicamente el mensaje de 'Pierda el miedo de contratar mujeres' porque, en primer lugar, tienen los mismos derechos y posibilidades que el hombre y, en segundo lugar, los excesos de coste posible, los va a pagar la Seguridad Social, para proteger el decho de la mujer y lógicamente el incremento de natalidad, bien común a proteger.