La policía del Reino Unido trató ayer de esclarecer las razones para el asesinato de la célebre presentadora de televisión Jill Dando, cuya muerte ha conmovido a la sociedad británica. El inspector de Scotland Yard Hamish Campbell manifestó ayer que la periodista de la cadena británica BBC Jill Dando fue asesinada con una pistola 9 milímetros semiautomática. El miembro de Scotland Yard añadió que «aunque de momento la información que se tiene es escasa, tenemos testigos que vieron a un hombre saliendo de su casa, pero nadie presenció el asesinato».
El asesino sólo disparó una bala y el hecho de que nadie oyera el disparo hace pensar que pudo emplear un silenciador. Ambas circunstancias hacen que la policía maneje, entre otras teorías, la posibilidad de que la presentadora, fuera muerta por un asesino a sueldo en nombre de alguno de los delincuentes a los que esa emisión ayudó a descubrir.
Testigos presenciales indicaron a la policía que un hombre bien vestido merodeaba por los alrededores del domicilio de Dando desde una hora antes del asesinato.
El supuesto criminal fue descrito como un hombre de treinta o cuarenta años, moreno y de cerca de un metro ochenta de estatura, aunque los detectives consideran casi seguro que ese objeto fuera el arma del crimen.
Dando llegaba en su automóvil de hacer unas compras cuando el desconocido abrió fuego, sin que la policía haya encontrado indicios de que la presentadora hubiera tenido tiempo de presentar resistencia o hacer frente a su agresor.
Una hora después otros testigos vieron a un hombre vestido de traje que trepaba, en las inmediaciones del lugar de los hechos, por unas vallas cercanas al río Támesis, sin que volviera a aparecer.