El esfuerzo de las familias para la compra de una vivienda se ha reducido a la mitad desde 1990 debido a la mejora de las condiciones financieras por la bajada de tipos de interés, al incremento de su capacidad de endeudamiento y a la mejora del empleo, según explicó ayer el director de Departamento de Estudios de Argentaria, Fernando Gutiérrez.
Sin embargo, la Asociación de Promotores y Constructores de España advirtió ayer que el precio de la vivienda podría subir hasta un 25 por ciento en el bienio 1998-1999.
Según los datos que maneja Argentaria, una familia con ingresos medios debía destinar el año pasado algo menos de la tercera parte de su renta familiar bruta a pagar las cuotas mensuales de un préstamo hipotecario, cantidad que se reducía al 26 por ciento después de aplicar los beneficios fiscales.