Las medidas para racionalizar y mejorar la gestión de incapacidad temporal han permitido ahorrar más de 63.000 millones de pesetas desde mayo de 1996 hasta diciembre de 1998, informó ayer el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, que explicó que dicho gasto ha pasado de 584.655 millones de pesetas a 521.415 millones, lo que equivale a una reducción cercana al 11 por ciento, y señaló que ese logro obedece fundamentalmente a la lucha contra el fraude, mediante la revisión de 435.000 situaciones de baja laboral.
De estos procesos, 72.000 se convirtieron en altas automáticas tras recibir las personas afectadas el aviso de una inmediata revisión médica, y en los otros 363.000 casos se confirmó la baja del 70 por ciento y se propuso el alta del 30 por ciento restante. También indicó que más del 80 por ciento de las 111.000 propuestas de alta efectuadas por los médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que llevan un año ejerciendo esa atribución, fueron confirmadas por el Servicio Público de Salud.
Otro de los logros destacados por Pimentel es la reducción del número de días en las bajas que paga directamente el INSS, pues se ha pasado de 196 días en 1996 a 134 a finales de 1998, lo que supone una disminución de 62 días.