El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha propuesto que las personas y entidades con suficientes recursos, como bancos y grandes empresas, paguen siempre las costas de los procesos judiciales que promuevan y que la Justicia gratuita se reserve únicamente para aquellas personas que realmente no tengan medios.
El presidente del TSJC, el mallorquín Guillem Vidal, expuso ayer esta propuesta, aprobada por la Sala de Gobierno, durante la presentación de la memoria del alto tribunal catalán de 1998, en la que destaca la existencia de «una carga competencial excesiva», sobre todo en la jurisdicción contencioso-administrativa, y «una angustiosa movilidad funcionarial».
Vidal considera que su propuesta sobre el pago de las costas haría que «sólo se recurriera a la Justicia cuando realmente se la necesitara».
La idea planteada por el presidente del TSJC es que se carguen las costas de los procesos judiciales a través de tasas especiales o impuestos, lo que significaría el fin de la justicia gratuita para las personas y entidades con capacidad para pagarla.
Esta medida, que ayudaría a resolver muchos litigios sin pasar por los tribunales y facilitaría que únicamente se recurriera al ámbito judicial cuando fuera estrictamente necesario, se debería introducir por ley.
Según Vidal, algunas entidades, como las cajas, los bancos y las grandes empresas recurren indiscriminadamente a los tribunales y provocan su colapso.
Aun así, la propuesta del TSJC no olvida el mandamiento constitucional del derecho de todo ciudadano a la justicia gratuita. Para Vidal, «debería pagar todo aquel que pueda y el que no tenga recursos, que se aproveche de la justicia gratuita».