El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto para la reforma de la ley de extranjería en Alemania que mejora las condiciones para conceder la nacionalidad a los residentes extranjeros en este país. El Gobierno espera que una amplia mayoría del Parlamento respalde el proyecto.
El Consejo de Ministros del gobierno de coalición roji-verde, presidido por el ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller, Joschka Fischer, aprobó ese proyecto en el que se concede la doble nacionalidad a los hijos de los extranjeros nacidos en Alemania hasta que cumplan 23 años. Hasta llegar a esa edad podrán tener la doble nacionalidad, pero en ese momento tendrán que optar por una de las dos.
La nueva regulación prevé la concesión de la nacionalidad alemana a los extranjeros que lleven residiendo en el país ocho años y renuncien a la propia.
Para los extranjeros casados con alemanes, el foráneo tendrá que residir en Alemania un mínimo de tres años para poder adoptar la nacionalidad de este país y renunciar a la propia.
El ministro del Interior, Otto Schily, presentó ese nuevo proyecto, tras uno anterior que había sido rechazado y después de llegar a un acuerdo con el gobierno regional de coalición socialdemócrata-liberal de Renania-Westfalia.