El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, destacó ayer, en los actos conmemorativos del Día Mundial del Consumidor, el importante incremento de la longevidad en la sociedad española, con un 54% más de personas mayores de 80 años respecto a la población de esta edad en 1969.
Esto supone que una cuarta parte de la vida transcurrirá después de la jubilación, de manera que en el año 2010, 18 personas de cada 100 tendrá más de 65 años. El aumento de la esperanza de vida, unido al descenso de la natalidad, son los responsables de fuerte incremento del número de personas mayores (con sesenta años o más) en los últimos 30 años.
Ayer se dio a conocer el estudio «La Tercera edad y el consumo», en el que se destacan los datos más significativos de las personas mayores, y las previsiones de futuro respecto a este colectivo. Dicho informe revela que no existen diferencias significativas entre el estado de salud de la población que oscila entre los 60 y 75 años, pero que sí se aprecian a partir de los 80. «Hay que diferenciar entre población mayor, a partir de los 60 años; tercera edad, más de 65 años; y longevos, que han llegado a los 80, y tener en cuenta que las necesidades de estos segmentos no son las mismas», explicó.
Según ésto, en el primer período de la vejez persiste cierta autonomía, siendo las principales demandas inserción y participación; llegada la jubilación, el principal temor es la pérdida de capacidad intelectual (31%) y la soledad (25%); mientras que los mayores de 80 años requieren mayores atenciones, que reciben, fundamentalmente, de su núcleo familiar, y especialmente de las hijas. Por cada hijo cuidador de un mayor, hay nueve hijas.