El Papa beatificó ayer domingo a un sacerdote secular y siete religiosos agustinos recoletos de España, fusilados durante la guerra civil, así como a un sacerdote francés y a una seglar alemana.
Desde 1987 hasta ahora han sido elevadas a los altares 229 víctimas de la guerra civil española (1936-1939), declaradas mártires por la Iglesia. En la Iglesia Católica, el proceso de beatificación es el primer paso para que una persona sea proclamada santa.
Los nuevos beatos son el sacerdote Manuel Martín (Granada) y los religiosos agustinos recoletos Vicente Soler (Zaragoza), Deogracias Palacios (Burgos), León Inchausti (Vizcaya), José Rada (Zaragoza), Vicente Pinilla (Zaragoza), Julián Moreno (La Rioja), y José Ricardo Díez (León). Los nuevos beatos fueron fusilados entre el 25 de julio y el 15 de agosto de 1936, en Motril, diócesis y provincia de Granada.
La ceremonia se celebró en la basílica de san Pedro del Vaticano, y con el Papa oficiaron, entre otros, los cardenales Joseph Ratzinger; Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París; Friedrich Wetter, arzobispo de Munich y Freising y Antonio Cañizares, arzobispo de Granada.