El tribunal de menores de Trento, en el norte de Italia, ha denegado la solicitud de adopción internacional presentada por una pareja porque él, activista de los derechos de los ciegos, es un invidente, revela hoy la prensa italiana.
Giuliano Beltrami, de 44 años, profesor de literatura y ciego de nacimiento, ha sido considerado como una persona «no idónea» para adoptar un bebé, según las explicaciones de la corte, que ha rechazado la petición tras dos años de espera. Para el aspirante a padre, su caso «es una humillación para todos los ciegos», que no tienen derecho a adoptar a un niño a pesar de que su limitación física no les impide tener una vida personal y laboral satisfactoria. «Es más, nos niegan la adopción no porque sea ciego, sino porque siempre he hecho lo posible por superar los límites de esta condición», afirma Beltrami.
Además de dar clases y presidir varias cooperativas de solidaridad y asistencia a invidentes, inválidos y ancianos, Beltrami ha sido también teniente alcalde de Val Giudicaria, donde él y su mujer esperaban «dar una familia a uno de los muchos niños pobres que hay en América Latina». «Pero la psicóloga dice que con mis esfuerzos por llevar una vida normal estoy demostrando que no he superado las consecuencias físicas de mi minusvalía», explica Beltrami, que ya ha presentado junto a su esposa un recurso a la sentencia.
El informe psicológico ha pesado más que las opiniones de la policía y los asistentes sociales, que alababan la integridad moral, la posición económica y la inserción social de la pareja.