El Papa Juan Pablo II alentó nuevamente ayer a los indígenas «a superar con esperanza la difícil situación que atraviesan» y deseó que todos los mexicanos «tengan lo necesario para llevar una vida digna» durante la misa celebrada ante cerca de un millón de personas.
El pontífice pronunció su homilía en el circuito automovilístico «Hermanos Rodríguez», donde fue aclamado por alrededor de un millón de personas que lo esperaron toda la noche a la intemperie. Durante la misa, el Papa saludó especialmente a los indígenas, de quienes dijo admirar «los valores de sus culturas» e invitó a «trabajar por su propio desarrollo y promoción».
Desde su salida de Roma el pasado viernes, el Papa abordó varias veces el tema de las culturas indígenas y, además en tres ocasiones instó a México al diálogo y a la concertación, en referencia a los enfrentamiento con la guerrilla zapatista que opera en el Estado de Chiapas desde enero de 1994.
Ante la Virgen de Guadalupe, el Sumo Pontífice señaló que en ella deposita «los anhelos y esperanzas de los pueblos indígenas con su propia cultura que esperan alcanzar sus legítimas aspiraciones y el legítimo desarrollo al que tienen derecho».