El Papa Juan Pablo II lanzó un vibrante llamamiento en defensa de la vida en América: «Éste es nuestro grito: vida con dignidad para todos», dijo durante su homilía en la basílica de Guadalupe, la primera misa de su cuarta visita a México.
El Papa pidió por la vida «de todos los que fueron concebidos en el vientre de su madre, por los niños de la calle, por los pueblos indígenas y los americanos de origen africano, los inmigrantes, los refugiados, los jóvenes sin oportunidades, los ancianos y los que sufren toda clase de pobreza o marginación».
«Es el tiempo de prohibir de una vez y para siempre, en todo el continente, todo cualquier ataque contra la vida. No más violencia, terrorismo y narcotráfico. No más explotación de los débiles, discriminación racial, guetos y pobreza.
Juan Pablo II también pidió a la «virgen mestiza» de Guadalupe: «Salva a las naciones y los pueblos del continente. Haz que todos los gobernantes y ciudadanos aprendan a vivir en auténtica libertad».
En su homilía, rogó además a la Virgen que en América, «actuando según las exigencias de la Justicia se consolide definitivamente la Paz».