Un gran esfuerzo diplomático y parlamentario está realizando España para salvar de la silla eléctrica al español Joaquín José Martínez, condenado a muerte en Florida por un crimen del que se declara inocente.
Cuatro senadores españoles y el embajador de España en Estados Unidos, Antonio Oyarzábal, conversaron el martes durante dos horas con Martínez, preso en el «corredor de la muerte» de la prisión de Starke (Florida).
El menorquín Manuel Jaén Palacios (PP), Ignacio Diez (PSOE), Imanol Bolinaga (PNV), y José Nieto (Nueva Izquierda), el embajador Oyarzábal y el cónsul español en Miami, Miguel Díaz Pache, se entrevistaron también en Tallahassee (capital de Florida) con el fiscal general del estado, Robert Butterworth.
A este último le expresaron la preocupación que existe en España por las aparentes irregularidades procesales que tuvieron lugar, según la defensa del preso, en el juicio.
Martínez, de 27 años, fue sentenciado el 17 de abril de 1997 por la muerte del supuesto traficante de drogas Douglas Ray Lawson, y de la novia de éste.
El ministro de Exteriores, Abel Matutes, expresó en una carta a su colega estadounidense, Madeleine Albright, la preocupación del Gobierno y su esperanza de que se revise el caso.
El abogado defensor presentó la semana pasada un recurso de apelación en el que pidió un juicio nuevo ante «el cúmulo de irregularidades procesales».