El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud dio ayer el visto bueno a la creación de las fundaciones públicas sanitarias, en las que se podrán convertir los hospitales del Insalud de manera voluntaria y consensuada por los trabajadores de cada centro.
El ministro de Sanidad, José Manuel Romay, quien presidió el Pleno del Consejo, en el que están representados todos los responsables de salud de las comunidades autónomas así como el presidente del Insalud, manifestó al término de la reunión que hubo «un gran consenso» en favor de esta medida, contemplada en una enmienda del PP a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos.
De las 17 comunidades autónomas, se mostraron a favor todos los consejeros con servicios de Salud transferidos excepto el consejero de Andalucía que «no ha expresado objeciones», indicó el ministro, que agregó que solo los consejeros socialistas de Extremadura y Castilla-La Mancha rechazaron la propuesta.
José Manuel Romay recalcó que la creación de las Fundaciones Públicas Sanitarias «está orientada a mejorar la gestión y la eficiencia del sistema sanitario público» y «a garantizar la salvaguardia del propio sistema sanitario público».
El ministro insistió en que las fundaciones tendrán mayor autonomía de gestión y salvaguardarán los principios de universalidad, financiación pública y equidad del sistema sanitario público.