Icono de los setenta

Icono de los setenta

Toni Ramonell nos enseña su Seat 1430 matriculado en 1969 y que adquirió en 2011 para su pequeña colección

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El Seat 1430, conocido popularmente como ‘Catorce Treinta', es un automóvil de turismo producido por Seat en la Zona Franca de Barcelona bajo licencia Fiat, con carrocerías berlina y de cinco puertas de tipo familiar. Estaba basado en el Fiat 124 Special, del que se diferencia por detalles de tipo estético, como su calandra específica y los dobles focos cuadrados, entre otros detalles.

El vehículo fue presentado en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona de 1969. Se trataba de una versión del Fiat 124 Special diseñada específicamente para el mercado español, para lo que incorporaba ciertos elementos procedentes del Fiat 125.

Estructuralmente el coche era idéntico al Fiat 124 Special, montando las puertas con manetas encastradas y el tren trasero de cuatro brazos. Cosméticamente, sin embargo, se buscó emparentarlo con el Fiat 125 —nunca comercializado en España—, integrándose en la gama Seat como un modelo superior al 124, del que sólo se comercializaban versiones derivadas del modelo «normal» italiano. El cambio más apreciable exteriormente era su frontal específico, con cuatro ópticas cuadradas. El interior era idéntico al del Fiat 124 Special con el volante de dirección del 125. Por último, sus grupos propulsores procedían tanto del Fiat 124 S —motor 1430 con árbol lateral- como de los Fiat 125 y Fiat 132 motores biárbol—.

MODELO BUSCADO
Esta es una pequeña síntesis general del Seat 1430, pero el que nos ocupa de Toni Ramonell, un amante de los Seat de los que tiene una amplia gama, es uno de sus máximos exponentes. El coche fue matriculado en octubre de 1969, en pleno apogeo del modelo, y unos meses después de iniciarse su fabricación. Toni lo compró en 2011, aunque nos cuenta que en 2008 ya lo había visto en un anuncio por internet, pero por aquel año acababa de adquirir otra de sus joyas, un 1500, y decidió que no era el momento de embarcarse en una aventura de la que podía salir mal parado. Tres años después lo volvió a ver anunciado. Era de un joven que lo vendía después de tenerlo un tiempo y que por motivos de trabajo dejaba la Isla, por lo que el coche –que había pertenecido a un médico que lo tuvo siempre en garaje– estaba en muy buenas condiciones, tantas que no fue necesario hacerle nada.

Nos comenta Toni y hace hincapié en ello, que el coche no está restaurado, sino conservado, la diferencia es que el vehículo conserva todo original y sólo se le hacen aquellas pequeñas reparaciones propias del desgaste de material, pero la carrocería, la pintura o la propia tapicería son originales. Toni le da un repaso cada año a lo que necesita y sigue intentando mantenerlo a buen recaudo en un garaje para evitar que el óxido aparezca en la chapa del vehículo y en las partes donde hay embellecedores.

Como otros coches de su colección, procura sacarlo cada quince días a dar una vuelta, más que nada para que todo funcione, ya que sabe que tener un vehículo parado no es bueno, por ello y siguiendo una rutina semanal va rotando los coches que tiene para que la mecánica no sufra. Actualmente tiene 160.000 kilómetros.

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