La nueva reestilización del emblemático todoterreno, de técnica perfeccionada y diseño casi invariado a lo largo de casi tres decenios, abre una nueva era desde el punto de vista técnico y formal. Ahora, más que nunca, la nueva Clase G de Mercedes-Benz destaca por la unidad formal de su diseño. Todas las superficies son más tersas y ha perfeccionado una vez más el acabado superficial de los materiales. El resultado son juntas más estrechas y precisas entre los componentes, así como transiciones más armoniosas. Los pasarruedas y el parachoques están mejor integrados en la carrocería, sin dar la impresión de ser elementos superpuestos.
En cuanto al interior, éste obedece a una concepción completamente nueva, que asume rasgos del exterior e interpreta de forma original los genes del vehículo. La Clase G conjuga desde su primera edición el carácter de todoterreno con un equipamiento de lujo de alta calidad en una simbiosis ejemplar. Cada uno de sus detalles está ejecutado con máxima precisión artesanal. Una vez a bordo de la Clase G, el ocupante encuentra numerosos elementos de diseño que recuerdan la configuración del exterior. El tablero de instrumentos, ordenado y de carácter completamente renovado, incluye de serie relojes y tubos analógicos de diseño intemporal.
Los asientos que se distinguen por su forma ergonómica, equipan de serie numerosas funciones de confort y brindan más comodidad y mejor sujeción lateral.
CONDUCCIÓN
En la nueva Clase G se puede elegir entre varios programas de conducción Dynamic Select. Con solo pulsar un botón, este sistema permite ajustar en fracciones de segundo características diferentes para el vehículo, modificando el reglaje del motor, el cambio, el tren de rodaje, la dirección y los sistemas de asistencia a la conducción de acuerdo con las preferencias del conductor. Con independencia del programa de conducción seleccionado por el conductor, la Clase G conmuta al G-Mode en el momento en que se activa uno de los tres bloqueos de diferencial o se acopla la desmultiplicación para todo terreno Low Range.
Este modo para todoterreno adapta la amortiguación regulable del tren de rodaje y la dirección, así como la curva característica del acelerador, inhibe cambios innecesarios de relación y asegura de ese modo el mejor control y una sobresaliente aptitud para todo terreno.
MOTOR
En el nuevo G 500 trabaja un potente motor de gasolina V8 de 4,0 litros de cilindrada biturbo que desarrolla 422 CV y ofrece un par máximo de 610 Nm entre las 2.000 y las 4.750 rpm. Para transmitir la fuerza del motor a las ruedas se ha elegido el cambio automático con convertidor de par 9G-TRONIC y se ha adaptado específicamente a las particularidades del vehículo, Gracias a un software propio de gestión del cambio, los ingenieros de desarrollo de AMG han agilizado la respuesta y han acortado la duración de los cambios de relación en esta transmisión de 9 marchas. El amplio escalonamiento del cambio hace la conducción a bajas revoluciones más confortable y silenciosa y contribuye al mismo tiempo a reducir el consumo de combustible. En resumen, una auténtica maravilla.