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Suzuki S-Cross 1.0 VVT

Cautiva por su practicidad, prestaciones y consumo | Miquel Àngel Llabrés

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La marca japonesa puso a la venta la última renovación de este ya casi mítico vehículo en el año 2016 y ya dijimos que había sido un gran acierto, porque sobre todo la parte delantera, necesitaba un cambio urgente. En esta ocasión hemos tenido la posibilidad de probarlo en el motor pequeño de gasolina de 1.0 litro y la verdad es que me ha vuelto a sorprender en positivo, ya que a pesar de ser un vehículo de dimensiones considerables, se mueve con mucha agilidad en carretera. El Suzuki S-Cross se puso a la venta por primera vez hace diez años, se llamó SX4 S-Cross, para posteriormente cambiar el nombre por el de S-Cross. Se trataba de un modelo a medio camino entre un monovolumen pequeño y un SUV. Pero cada vez se ha ido más hacia la segunda opción, que es lo que triunfa ahora. Por eso en la actualidad podríamos definirlo como un crossover que presenta un buen rendimiento un carretera y bastante bueno en caminos sin asfaltar.

ESTÉTICA
Uno de sus grandes atractivos, como hemos dicho, hacen referencia a la estética. Hay que decir que el diseño de la parte frontal de esta última versión dio un vuelco espectacular al vehículo, ya que los faros de leds son muy atractivos gracias a las luces diurnas y a la calandra delantera, también muy acertada; recuerda un poco a los del Jeep Wrangler. Como curiosidad, el Vitara no lleva aún luces led y el S-Cross sí.

La parte posterior es un poco más previsible, muy parecida precisamente a la del Vitara, con faros multicolor, aunque las luces led ayudan también a la estética de noche.

El motor que hemos probado es el 1.0L VVT de gasolina turbo alimentado, que nos ha convencido del todo desde el inicio al demostrar más brío y unas prestaciones más brillantes de las que esperábamos de él.

Sus 998 cc y 111 CV de potencia máxima nos han parecido algunos más al tener una aceleración muy rotunda al apretar el acelerador a fondo. Además, en carretera se hace fácil adelantar a otros vehículos, favorecido por adoptar unas marchas muy bien escalonadas.

En la recuperación el vehículo también tarda bastante poco en volver a subir de vueltas, aunque lleves una marcha larga. Es muy acertado para este motor el hecho de tener sólo cinco velocidades. Por ello los 180 Km/h de velocidad máxima o los 11 segundos que tarda en acelerar de 0 a 100 Km/h son unas cifras más que interesantes.

Los motores de gasolina de tan poca cilindrada se han puesto de moda y han conseguido aceleración constante gracias a este elemento olvidado durante un tiempo. Este vehículo, con este propulsor no se puede encargar con tracción a las cuatro ruedas, pero no lo considero necesario, ya que muestra un buen comportamiento en carretera, ya que en las curvas, aunque tienda a subvirar un poco, no pierde en ningún momento la estabilidad. Y en terrenos sin asfaltar tampoco se comporta mal, al ser un vehículo bastante alto.

INTERIOR

Otro de los ámbitos muy cuidados del S-Cross es el interior, donde las calidades se han visto mejoradas ostensiblemente, además de los elementos que afectan a la seguridad, hasta el punto de disponer de un sistema de freno automático en el caso de que se detecte una colisión inminente. El marcador cuenta con la distribución clásica, con agujas, y en la parte central dispone de una pantalla muy útil donde se da información importante al conductor. Si es información urgente o importante aparece en color rojo.

La consola central es muy ‘limpia', con una pantalla de 7” táctil a color, donde se pueden manejar muchos elementos de la configuración del vehículo, además de poder disponer de navegador o del Carplay. En la parte inferior se encuentra el práctico climatizador bizona.

Las plazas posteriores son bastante amplias, de las mejores de su categoría, lo cual hace que tres personas puedan viajar sin estrecheces, además de tener un maletero de 440 litros, que es más que suficiente para emprender viajes largos.

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