Jaume Nadal se reconoce como un gran enamorado de los coches grandes y por eso los americanos son su debilidad. Recientemente, tuvimos la ocasión de ver y admirar su Buick Sedanette de 1949 de ocho cilindros y con cambio automático, ya que en aquella época era opcional la caja de cambios con marchas o automático. Comenta que además de sus dimensiones, los coches americanos le gustan porque tienen una mecánica fácil y cualquiera con unos mínimos conocimientos puede meterles mano. En cuanto al coche, explica que lo adquirió hace cuatro años en la Península y aunque reconoce que estaba en relativo buen estado, tuvo que hacerle algunas mejoras, un poco de mecánica y una mano de pintura para dejarlo en perfecto estado, tal como se encuentra hoy.
No se considera un coleccionista, ya que para ello se necesita mucho dinero, pero que adquirió este vehículo como un capricho y como tal lo disfruta siempre que puede. Pese a sus más de setenta años, reconoce que un tanto a su favor es la gran cantidad de recambios que se pueden encontrar, principalmente en Estados Unidos, aunque muchos también se pueden adquirir en nuestro país.
Asegura que al estar jubilado tiene más tiempo para dedicarle a este tipo de entretenimiento, no sabe mucho de mecánica, pero se adentra en este mundillo siempre que puede, aunque a veces necesita la ayuda de un profesional para poder llevar a cabo las reparaciones que el vehículo necesita. No lo utiliza mucho, aunque procura sacarlo al menos una vez al mes y por ello se inscribió en la Asociación de Coches Antiguos de Mallorca. Así tiene la oportunidad de salir con un grupo de amigos, al menos una vez al mes, y pasar una jornada agradable, que es de lo que se trata a estas edades y de paso hablar de los que les une, el mundo de las cuatro ruedas, y disfrutar de coches que hoy en día son una especie en extinción, algo que ellos se encargan de preservar para futuras generaciones.