Rafael Cerdá no puede ocultar su pasión cuando habla del Porsche 924, un modelo no muy conocido por el público pero muy apreciado por los coleccionistas. Este vehículo es el quinto que tiene de la misma marca y modelo. Asegura que su gran pasión es iniciar el proyecto de restauración, pero que cuando lo termina siempre está abierto a un trueque o a una venta.
En cuanto al modelo que nos ocupa, Rafael explica que el coche llegó a España, en concreto a Castellón procedente de Alemania, en 1983 y hace cinco años que lo adquirió en Barcelona, de donde se lo trajo con una grúa. El coche estaba en condiciones regulares, exteriormente no muy mal pero el motor y el interior estaban realmente deteriorados. Cuando adquirió este vehículo resultaba relativamente barato, pues es un coche que pese a ser Porsche tiene algunas peculiaridades.
Rafa, que es afinador de pianos, disfruta especialmente del proceso de restauración, el hecho de ir, poco a poco, dando forma al coche como era inicialmente es lo que le motiva. Dice que éste es un coche con una mecánica simple, pese a lo que se pueda pensar, tanto que con el paso del tiempo y de los cinco coches iguales que ha tenido en sus manos, ha conseguido aprender mucho de su mecánica y hoy en día se atreve casi con cualquier reparación.
Una de las particularidades de este coche es que tiene un potente motor delantero pero la caja de cambios en la parte de atrás, por lo que la tracción es trasera y permite una conducción diferente. Al principio fue pensado para ser un cupé deportivo y buque insignia de la casa Volkswagen por lo que la marca alemana encargó a Porsche diseñar el coche, pero debido a la preocupación creciente por la crisis del petróleo de 1973 y un cambio de directores en Volkswagen, el proyecto quedó en el aire hasta que Porsche, que necesitaba un modelo para sustituir al 914, acordó comprar el diseño.