La marca alemana sigue cosechando éxitos de ventas con el Moka, el pequeño SUV de Opel, que gusta bastante por dimensiones, equipamiento y calidad/precio, apartados en los que destaca bastante. Las medidas de este vehículo se encuentran a medio camino entre las del Corsa y las del Astra, a los que gana obviamente en altura y en volumen.
La estética de este vehículo es bastante juvenil gracias a contar con unos faros anteriores de grandes dimensiones, que tienen bastante parecido a los del resto de la gama Opel. Los parachoques delanteros son también relativamente voluminosos, lo cual le otorga un cierto carácter de coche robusto.
La parte posterior del vehículo adopta unos faros más pequeños, bastante discretos, pero que no desencajan para nada en el carácter jovial del vehículo. Los parachoques son también bastante aparentes, lo que reafirma todo lo dicho anteriormente. De estos también cabe destacar que no sean monocolor, lo cual se agradece a la larga.
En cuanto a la motorización, el que hemos probado incorpora el nuevo motor 1.6 CDTI de gasóleo que sustituye al ya veterano de 1.7 cc y 130 CV de potencia. Se trata de un propulsor con tecnología downsizing, con una cilindrada inferior, pero con más potencia y mejor cifra de par. Así en aceleración, los casi 10 segundos que tarda para ponerse de 0 a 100 Km/h es muy buena cifra, que no varía demasiado de la que ofrecía el anterior propulsor. El 1.6 CDTI utiliza un turbo de geometría variable y sistema de inyección common rail que trabaja a 2.000 bares de presión y el propulsor funciona de manera más silenciosa que el 1.7.
Si nos referimos al consumo, los 4'1 litros que ofrece la marca como media no distan demasiado de los casi cinco que hemos obtenido nosotros en un recorrido mixto y mejora en un litro el consumo del anterior motor. El comportamiento del vehículo es de bastante aplomo en las curvas y absorbe de manera eficaz las irregularidades del terreno, lo cual se agradece. Se puede decir que es un vehículo muy estable, y no tiende a subvirar ni sobrevirar en exceso, con lo que no se llega a tener sensación de inseguridad en ningún momento. Más bien son más duras de lo que era de prever en principio.
Interior
El interior del Mokka cuenta con unas calidades bastante buenas, ya que tiene muchos elementos comunes con el Astra, como por ejemplo la gran cantidad de botones de la consola central que, si bien se podrían reducir usando una pantalla táctil con la mayoría de funciones, aunque con un poco de tiempo te acabas acostumbrando. En los nuevos modelos de la marca, los botones ya brillan por su ausencia, que se han sustituido por una pantalla central táctil que aglutina la mayoría de las funciones. Los plásticos son de bastante calidad, lo que evita ruidos molestos y a la larga se concreta en una mayor durabilidad del vehículo.
La pantalla con la que cuenta la consola central no está integrada en el conjunto; se encuentra en la parte superior del vehículo, lo cual estéticamente no queda demasiado vistoso aunque haya muchos vehículos de alta gama que sigan esta “moda”. La información que recibe el conductor en todo momento es más que útil y suficiente, la cual se encuentra en una pantalla central de grandes dimensiones del marcador del Mokka. Los pasajeros posteriores tienen mucho espacio para las piernas, aunque los asientos son un poco justos para tres pasajeros.