Montuïri celebra en 2025 el 50 aniversario de las excavaciones arqueológicas del poblado de Son Fornés y lo hace con una sorpresa mayúscula. El equipo cree haber localizado los restos de una de las dos ciudades perdidas de Roma en Mallorca, sobre las que hasta ahora había referencias escritas, pero ninguna pista certera sobre su posible localización.
«Las estructuras que empiezan a verse responden a un plan urbanístico perfectamente planificado... No nos extrañaría que cuando se excave el centro de la zona explorada nos encontráramos con uno de los municipios citados por Plinio el Viejo que nunca fueron localizados. No nos parece una quimera pensar que Tucis o Guium se oculten bajo estas estructuras, incluso apostaríamos por el primero», explica Beatriu Palomar, una de las arqueólogas que integran el equipo de investigación.
Guium y Tucis son las dos urbes romanas más desconocidas por los historiadores. No existían indicios topográficos ni arqueológicos y aunque las fuentes historiográficas sobre las dos ciudades son coincidentes, la falta de evidencias físicas ha llevado a algunos expertos a cuestionar su existencia. Son Fornés puede dar ahora un vuelco hasta historia.
¿Por qué se muestra ahora el equipo convencido de haber dado con una de ellas? «Después de lo que hemos visto, y de la cantidad de material imperial en superficie, así como de tegulas (que datan claramente edificios de rango, pues se compraban, igual que las ánforas o la vajilla de mesa) estoy muy convencida de que tenemos un lugar muy relevante en época romana, reflexiona Cristina Rihuete, investigadora y directora del Museo Arqueológico de Son Fornés.
El yacimiento de Montuïri es único en Baleares porque guarda la historia patrimonial y cultural de 2000 años, desde la cultura pretalayótica (1.500-1.000 aC), pasando por la cultura talayótica (1.000-550 a.C), la postalayótica (550.aC-123 a.C) y la cultura romana (hasta poco después del siglo I de nuestra era. «No hay ningún otro del que podamos decir que perdure tanto en el tiempo y contenga testimonios de tan larga duración», dice el equipo de investigadores.
Desde el año 1975 la investigación en la zona ha sido constante. Está adscrita al grupo ASOME de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuyo trabajo ha sido reconocido con el Premio Nacional de Arqueología de la Fundación Palarq en el bienio 2024-2025.
Si finalmente se confirma que la espectacular ruina de 5.000 metros cuadrados de extensión es una de las ciudades antiguas de Roma perdidas de Mallorca, la investigación dará un paso de gigante en la historia. Lo curioso es que el hallazgo se produce en un año en el que no se han realizado excavaciones. La campaña ha sido de desbroce, consolidación, acondicionamiento y restauración.
«Los edificios que han aparecido nos muestran un panorama que ha superado todas las expectativas», dice Beatriu Palomar, arqueóloga del equipo. «Se ha hecho visible toda una planificación urbanística de época romana republicana e imperial que está abriendo perspectivas insólitas para entender el poblamiento indígena de aquellos tiempos y las transformaciones que acontecieron a partir de la ocupación romana de la Isla», añade.
A falta de iniciar una excavación exhaustiva que dé la respuesta definitiva hay una pregunta en el aire: ¿Tucis o Guium? «Tucis era un oppidum latino, una ciudad de derecho latino integrada como civitas stipendiaria, lo que le otorgaba una organización administrativa y política propia dentro del sistema romano. Se desarrolló durante el siglo I y bien podría haber encontrado su sitio en Son Fornés», concluye Alomar.
El origen de Guium se enmarca también en la romanización de Baleares en el marco de la conquista de Quint Cecili Metel en el año 123 antes de nuestra era. Después de la conquista, el plan de reparto y división de las tierras para la centuriación romana integraría distintos asentamientos prerromanos que se convirtieron en civitates stipendiariae. Ese sería el origen de Guium y Tucis, que pasaron de ser antiguas poblaciones indígenas a ciudades stipendiaries.
Durante años la búsqueda por parte de los historiadores y arqueólogos ha sido intensa. Las han situado en el Pla, en Llevant yen el Migjorn de Mallorca, siempre sin evidencias arqueológicas. Se han manejado distintos escenarios, desde Sineu y Manacor (según Antoni Furió) a Ses Salines y Petra (según Mossèn Pinya).
Plinio el Viejo es el único de los autores clásicos que habla de estas urbes, pero no ofrece demasiados detalles (ni la fecha de fundación, ni su ubicación, ni la distancia que mantenían entre ellas).
Gaspar MelciorPrimer: No soc en Angelcaido per molt que pensar-ho et posi tan calent. Segon: diguem un sol lloc del mon on sa vostra estimada i referencial font de coneixement anomenada 'Institut Nova Historia' sigui considerat ni tan sols com una institució mínimament seriosa. Sou una secta nacionalista, i a n'aquestes altures ja ho sabeu perfectament pero reconeixer-ho ara vos supossaría una vergonya que no teniu es valor de assumir.