El cierre del puente des Riuet de s’Illot ha desatado la indignación entre restauradores, comerciantes, hoteleros y vecinos de la parte manacorina del núcleo costero. El Ajuntament de Manacor comunicó el pasado jueves que la infraestructura permanecerá cerrada al público antes de afrontar un proyecto de reparación integral, que por el momento, aún no tiene fecha prevista de inicio, una decisión no ha sido bien recibida en la localidad.
En este sentido, el cierre ha provocado críticas entre los afectados que denuncian que se produzca justo al inicio de la temporada turística. Así, el sector empresarial de la zona lamenta que «el puente lleva años degradado y nadie ha hecho nada hasta ahora, pese a que ya se sabía», algo que atribuyen a la «falta de previsión del Ajuntament». Además, aseguran que esta decisión afectará directamente a sus negocios ya que «el 50 % de nuestros clientes vienen desde el otro lado del puente».
Por otra parte, restauradores, comerciantes y hoteleros también mostraron su preocupación ante las medidas provisionales aplicadas por el consistorio. El Ajuntament ha habilitado una pasarela de madera sobre la playa, una solución que no ven con buenos ojos. «No es segura, no tiene iluminación nocturna y lo peor: impide el paso a personas con movilidad reducida, cochecitos de bebé o personas mayores», afirman. A su juicio, «es una improvisación que demuestra la dejadez que sufre s’Illot desde hace años». Otra de las alternativas planteadas ha sido habilitar una calle adyacente como vía de paso, pero esta «también presenta deficiencias importantes».
A la preocupación de los empresarios se suma la de los vecinos, que también han mostrado su malestar ante una situación que, aseguran, afectará directamente a su día a día.
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