Cas Metge Cifre de Inca dejará de ser solo un edificio catalogado y cerrado que da testimonio de que el modernismo arquitectónico dejó huella en la ciudad. En unos años, el emblemático edificio podría convertirse en un dinámico museo del cómic, el primero de Baleares dedicado a este formato creativo, pues este martes se ha formalizado en el mismo inmueble un convenio entre el Ajuntament de Inca, Colonya Caixa Pollença y el Clúster de Cómic y Nuevos Medios de Mallorca, con el objetivo de promover la creación de este espacio cultural.
Las tres entidades rubrican así su voluntad de colaborar para que el inmueble conocido como Cas Metge Cifre - situado en los números 27, 29 y 31 de la calle Palmer de Inca y propiedad de la entidad bancaria - pueda convertirse en la sede del futuro museo del cómic. El Ajuntament d’Inca, a quien se le hizo cesión del inmueble en el año 2001, se compromete a impulsar la elaboración del proyecto básico de reforma para adecuarlo a sus nuevos usos, y a buscar financiación para emprender el ambicioso proyecto, cuyo presupuesto se estima que esté entre uno y dos millones de euros.
Por su parte, el Clúster del Cómic asesorará técnicamente el desarrollo del proyecto museístico y de las actividades relacionadas que pueda ofrecer en su programación. El clúster había tratado sin éxito de llegar a una acuerdo con Cort para ubicar el museo del cómic en Palma y evitar que el patrimonio de grandes coleccionistas terminara en algún museo de la Península. Ahora, Inca no solo será el destino de este ingente material expositivo, como los más de 60.000 cómics y más de 1.500 originales que forman la colección privada de Jaume Vaquer, sino que este mismo 2025 trasladará a la capital del Raiguer el grueso de su evento anual Còmic Nostrum, los días 28 y 29 de noviembre en la Fàbrica Ramis.
«Aunque solo se haya remozado el edificio, en noviembre organizaremos en Cas Metge Cifre una exposición temporal y la presentación del proyecto museístico», confirmaron los dibujantes Pere Joan, Toni Seguí, Rafa Vaquer y Sebastià Cabot, presentes ayer en nombre del clúster, que está integrado por reputados dibujantes de Baleares, editores, críticos, gestores culturales y libreros, y mantiene colaboración con la UIB en proyectos para divulgar ciencia en formato de cómic.
Durante la firma del convenio, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, ha destacado que «este proyecto refuerza el papel de Inca como una ciudad viva, dinámica y culturalmente activa, a la vez que apoya a un sector creativo que cuenta con grandes profesionales en Mallorca». Asimismo, ha subrayado que «este museo no solo será un espacio de exposición, sino también de formación, divulgación y participación, lo que permitirá impulsar Inca como capital del Cómic con un completo plan paralelo de actuaciones». De hecho, Moreno contempla la posibilidad de mantener el uso como vivienda de una parte de Cas Metge Cifre para que pueda albergar residencias de artistas.
Por su parte, el concejal Andreu Caballero añade que «a partir de esta firma, el Ajuntament d’Inca nos ponemos en marcha para encargar el proyecto de rehabilitación de este edificio para que pueda albergar el museo; también tenemos la tarea de buscar los recursos necesarios, hemos presentado el proyecto al Ministerio de Cultura y a otras instituciones».
La idea del clúster es que en Cas Metge Rei, además de una colección permanente con las piezas más relevantes u originales de la colección de Vaquer, puedan realizarse exposiciones temporales temáticas, invitar a dibujantes de otras provincias o países, talleres y presentaciones, entre otras actividades en torno al mundo del cómic.
El convenio, que tiene vigencia hasta el 31 de agosto de 2027 renovable establece las bases para el impulso del proyecto y deja abierta la puerta a la participación de otras instituciones o entidades que quieran sumarse a la iniciativa. Por su parte, el director general de Colonya Caixa Pollença, Biel Bauzà, ha mostrado su voluntad de prolongar este convenio tanto como permita la ley para continuar con el espíritu por el que la entidad bancaria cedió su uso al Ajuntament d'Inca hace más de 20 años, para que fuese dedicado a usos públicos.