Tumbonas y parasoles ya esperan impasibles en las playas de Palmanova o Santa Ponça la llegada de los primeros visitantes. De esta manera el municipio de Calvià se adelanta a la temporada turística de sol y playa con la instalación de los servicios básicos en sus arenales. En realidad, Calvià es la primera localidad en poner en marcha las instalaciones de playa en un intento para alargar el máximo la temporada turística y también contribuir a la dinamización de la oferta complementaria de la zona.
El alcalde de la localidad, Juan Antonio Amengual, acompañado por la regidora de Turisme, Elisa Montserrat, visitaron ayer algunos de los arenales donde ya han abierto los servicios en una apuesta de reafirmar el municipio como «referente de turismo sostenible, accesible y de calidad», señalaron durante la presentación de la campaña.
Si bien desde el pasado 15 de marzo las principales playas ya tienen disponibles sus servicios, no será hasta el 1 de mayo cuando todos los arenales urbanos tengan los servicios al cien por cien. Eso sí, estos permanecerán abiertos hasta el 30 de noviembre con la intención de luchar contra la estacionalización. De esta manera «se facilita el movimiento económico del entorno de las playas y de los hoteles para que puedan generar más demanda», señaló el alcalde, Juan Antonio Amengual.
Playas como Santa Ponça, Torà, Palmira o los arenales de Palmanova comenzaron su actividad el mes pasado con algunas novedades como el incremento de los elementos de accesibilidad. Desde el Ajuntament destacan que este año se incrementa notablemente el material para personas con movilidad reducida, con la incorporación de nuevas sillas anfibias, andadores, o la instalación de zonas de sombra con toldo y con sombrillas. En concreto, estos elementos estarán presentes en las playas como Oratori, Es Carregador, Palmanova, Son Maties, Magaluf o Ses Penyes Rotges, entre otras.
Por otra parte, la regidora de Turisme pone también énfasis en que las instalaciones como sombrillas y parasoles se han colocado más lejos con el objetivo de dejar libre la primera línea de playa para los ciudadanos que quieran ir solo con sus toallas, así como también facilitar la movilidad en la zona de la primera línea.
Otra de las nuevas medidas que el Ajuntament de Calvià ha impuesto a los concesionarios es el límite del precio por algunos servicios como la venta de agua con un límite de un euro por medio litro, como destacó el alcalde hace ya semanas al recordar el nuevo pliego de contratación. Las concesionarias también deben instalar, vigilar y mantener el balizamiento de las zonas de baño para garantizar la seguridad de los turistas. Este año el balizado también ha reculado para dar más espacio a los bañistas.
Me gustaría saber quién es el lumbreras que ha tenido la idea y el gusto de poner camas balinesas por todas las playas y por todos lados...O quién se lo ha permitido.