Los vecinos de Santa Eugènia han dicho basta. Después de más de dos años reclamando soluciones al Consell de Mallorca por la problemática que sufren en la carretera Ma-3040, han decidido movilizarse. La plataforma Perill Ma-3040 ha convocado una manifestación el próximo 25 de enero para exigir medidas urgentes que mitiguen el alto volumen de tráfico y la velocidad a la que circulan los vehículos por esta vía estrecha de un kilómetro que cruza el pueblo.
Según datos recientes del Ajuntament, por la Ma-3040 transitan diariamente una media de 5.000 vehículos, incluidos camiones de gran tonelaje, furgonetas y autobuses. La portavoz de la plataforma, Francisca Bascuñana, señala que el tráfico ha aumentado notablemente en los últimos tres años. «Mucha gente del Llevant utiliza esta carretera para ir hacia el polígono, ahorrándose kilómetros», explica.
Bascuñana recuerda que antes se permitía aparcar en uno de los carriles, lo que obligaba a los conductores a detenerse para ceder el paso a los vehículos en sentido contrario. Sin embargo, desde que se prohibió esta práctica, «los coches no tienen ningún impedimento para correr». Aunque la carretera cuenta con algunos badenes al inicio y al final, la portavoz considera que son insuficientes: «Entre medias, los conductores tienen tiempo para coger velocidad».
La plataforma nació a finales de 2023, después de un año de reclamaciones sin respuesta. Durante una visita del presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, en mayo, los vecinos aprovecharon para trasladarle la situación. «Nos dijeron que enviarían técnicos para estudiar el problema, pero no han hecho nada desde entonces», lamenta Bascuñana.
Los vecinos consideran que la solución ideal sería construir una variante para desviar el tráfico, pero reconocen que es un proyecto complejo. «Sería costoso y requeriría expropiar terrenos», explica la portavoz. Cabe recordar que hace dos décadas ya se propuso una variante, pero el proyecto no fue bien recibido por el Ajuntament y quedó paralizado. Por su parte, el alcalde, Pep Lluís Urraca, confirma que apoya la reivindicación vecinal pero recuerda que tiene las manos atadas: «La carretera es del Consell y nosotros no tenemos ninguna competencia». Aún así explica que ha escrito a la administración insular en distintas ocasiones explicando la situación.
La manifestación del día 25 pretende visibilizar la situación y presionar a las autoridades para que actúen. «No podemos seguir así; es cuestión de seguridad y calidad de vida», concluye Bascuñana.