El Ajuntament de Son Servera ha impulsado la habilitación de una rotonda, justo a la entrada de la localidad, para que acoja en el centro una recreación del original Pont d’en Calet (construido en 1850). Un accidente en el mes de septiembre de 2022 destruyó este elemento identificativo de Son Servera que daba la bienvenida a la localidad. Al contar con la máxima protección cualquier reparación integral en el puente que afecte a la estructura o distribución no está permitida. Para ello se requiere una modificación del catálogo de Patrimonio. El actual equipo de gobierno (PP-Independents) lo tiene muy claro. «Vamos a seguir luchando para poder reparar el puente», pero mientras no se obtenga la autorización de Patrimoni del Consell se van a llevar a cabo una serie de actuaciones para preservar la historia patrimonial.
Así lo ha explicado la regidora de Patrimoni, Neus Galmés. «Hace un año que intentamos encontrar solución para restaurar este patrimonio pero hasta el día de hoy no contamos con la autorización. No dejaremos de intentarlo y mientras tanto nuestra propuesta, que ya hemos comunicado al Consell, es convertir la semi rotonda que hay en la actualidad, tras el puente, en una rotonda que pueda acoger una recreación en forma de escultura de como estaba el puente originalmente. Este proyecto está todavía en sus inicios pero seguimos trabajando para recuperar todo el patrimonio de los serverins y especialmente este puente tan importante para todos los vecinos».
Desde Patrimoni si que se ha autorizado una pequeña reparación consistente en arreglar las paredes laterales y hacer un pequeño retranqueo para un mayor protagonismo. Además también se eliminan las pintadas que se han hecho recientemente y se limpia toda la vegetación. Según ha comentado la responsable de Patrimoni, «Desde Carreteras nos han dado el visto bueno para habilitar una rotonda. Haremos un concurso para que se puedan presentar propuestas de la recreación».
Recordar que el arquitecto navarro Rafael Moneo propuso un arco inacabado en referencia a los arcos no terminados de la Església Nova pero la propuesta se tuvo que descartar de manera definitiva al estar prohibida en el catálogo de patrimonio.