El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, afronta su décimo Dijous Bo en el cargo. Durante este tiempo, junto a su equipo de gobierno, personal municipal y entidades locales, la gran feria de Mallorca ha experimentado cambios que han contribuido a mantener el potencial de la convocatoria, en una época en la que las ferias tienden a ser más comedidas.
—¿Cómo llega a la gran cita de Inca con Mallorca?
—Con las fuerzas que nos da la gran aceptación de las tres ferias previas al Dijous Bo y de las fiestas de Santa Maria la Major. A pesar de que el mal tiempo nos ha dado algún susto y se han tenido que suspender o posponer algunas actividades, han sido todo un éxito de participación y hacemos una valoración muy positivo. Todo el equipo del Ajuntament llega con muchas ganas y energía para que todo salga como los inquers y los visitantes esperan.
—¿Qué novedades podrán encontrarse este año?
—La muestra de animales no contará este año con la presencia de ovejas, vacas o cabras por la epidemia de la lengua azul, pero en su lugar se amplía la exposición de aves, con ejemplares autóctonos y otros exóticos. También en Club Hípic Es Raiguer ha preparado una serie de exhibiciones ecuestres que se podrán ver hoy mismo y mañana en la Plaça de la Font Vella. Por otra parte, este año se ha preparado una muestra para dar a conocer nuestro mercado de los jueves y toda la riqueza de productos frescos, locales y naturales que ofrece. Se ubicará en la Plaça de Santa Maria la Major. En una feria de este tamaño, cada empresa, entidad o institución presente desea presentar sus novedades a los visitantes.
—Este año han aumentado las plazas de aparcamiento...
—Efectivamente. En Inca llevamos a cabo un plan de movilidad para crear aparcamientos disuasorios en las entradas al municipio. Todo ello, sumado a las zonas de aparcamiento que se habilitan para estos días, habrá hasta 44 espacios de aparcamientos públicos repartidos por la ciudad. Aún así, quiero animar a los visitantes que utilicen el transporte público, en especial el tren, porque es la mejor manera de llegar hasta Inca con comodidad y sin agobios.
—¿Ha llegado el Dijous Bo su límite en extensión?
—Este año habrá ocho kilómetros de muestra y más de trescientos expositores, son cifras similares a los dos últimos años. Lo que me gustaría destacar es que este año aumenta la exposición de los concesionarios de coches y la maquinaria pesada, mientras que las empresas que se dedican a la maquinaria agrícola apuestan una vez más por el Dijous Bo y acudirán para mostrar sus últimas novedades, también con más expositores. Para nosotros es todo un honor que elijan Inca.
—La ‘revetla’ del Dijous Bo también ha aumentado en todos los sentidos durante la última década, ¿cómo se coordina?
—Para todas las celebraciones se movilizan más de cien efectivos entre los distintos cuerpos de seguridad pública y privada. La excelente coordinación y el propio civismo de los participantes provocan que cada año sean anecdóticas las incidencias y todo el mundo pueda disfrutar de estos dos días tan especiales.
—En los últimos años se ha hablado mucho del ‘orgull inquer’...
—Es un concepto que teníamos un poco olvidado y que por nuestro propio carácter a veces nos costaba sacar a la luz, pero ha calado entre la ciudadanía. Ahora los inquers queremos mostrar todo nuestro potencial, de lo que somos capaces y la oferta de la que disponemos. La pregonera de este año, Francisca Truyol, también quiso dar relevancia a este ‘orgull inquer’.