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Nueva vida para la Ermita de Betlem

El Bisbat impulsa un proyecto agrícola y de digitalización para salvaguardar todo el conjunto patrimonial y su historia

Los representantes del Bisbat y de todas las entidades que participan han presentado el proyecto. | Assumpta Bassa

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Los últimos ermitaños de Betlem dejaban en septiembre de 2010 la ermita debido a su avanzada edad para trasladarse a una vida más tranquila en Valldemossa. Después de 205 años de dedicación de la congregación todo este conjunto eclesiástico quedaba cerrado. El Bisbat ha querido dar una nueva vida y salvaguardar este patrimonio y su historia. Por ello tiene en marcha un proyecto que se inició en 2023 y que ya ha dado sus primeros frutos. Hoy se han presentado las diversas actuaciones que se han llevado a cabo así como las acciones de futuro.

Se trata de un proyecto en el que se ha contado con una gran implicación y que han dado a conocer el Vicario Episcopal de Patrimoni Històric del Bisbat, Mossèn Francesc Vicens, el presidente de la Cooperativa Agrícola de Artà, Pere Massanet así como representantes de las entidades que han participado: Aproscom, Sokestudio, Universitat Rovira i Virgili y la Fundación Bosch Aymerich.

El Bisbat y la Cooperativa d’Arta, el año pasado, firmaron un convenio para explotar los terrenos vinculados a la ermita. Este viernes se han presentado los primeros resultados con la producción de miel Cas Capellà; y de aceite s’Ermità. El proyecto que combina impacto social con sostenibilidad ambiental, ha contado con la participación activa de los usuarios de la residencia y centro de día de Aproscom en el diseño de las etiquetas de los productos. Aproscom trabaja para los derechos de las personas con discapacidad intelectual. Esta producción de miel y aceite forma parte del proyecto de recuperación de las tierras agro-ganaderas de la Ermita de Betlem y el Parc de Llevant.

Mossèn Vicens ha informado sobre el proyecto impulsado para conservar el conjunto patrimonial. Así se han empezado a realizar actuaciones para fijar las bases de cualquier intervención futura. Con una subvención de la Fundación Bosch Aymerich, el Bisbat encargó a la Universitat Rovira i Virgili el levantamiento topográfico de todo el conjunto con escaneo láser y fotogrametría. Se trata de una planimetría tridimensional a través de la cual se pretende estudiar el proceso de construcción de todo el conjunto arquitectónico y es el punto de partida para la elaboración de planes de conservación con criterios técnicos y científicos.

Albert Samper y David Moreno, de la Universitat catalana han explicado como fue el proceso. «Se escanearon todos los edificios. La nube de puntos tiene un total de 359 posicionamientos y 399 enlaces. El resultado final fue una nube de puntos con 10.363.497 puntos estimados alineados con un error de 3 milímetros». Con este proceso, según han explicado los técnicos, se han conseguido sacar hasta 14 planos que son imprescindibles para cualquier actuación posterior.

El Vicari Episcopal ha destacado que «queremos conservar el edificio pero también la memoria de los ermitaños, por su vida espiritual y cotidiana. Conseguimos una documentación de gran valor que será un pilar para la conservación y delimitación de futuras investigaciones y actuaciones».

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