El automovilismo volverá a ser protagonista este próximo fin de semana en la Serra de Tramuntana con la disputa de la gran clásica del deporte del motor. La edición número 61 de la Pujada al Puig Major volverá a reunir a miles de aficionados y a una inscripción de lujo en una prueba que concentrará toda su agenda sobre el asfalto el sábado 5 de octubre en una jornada maratoniana y que llevará consigo el corte de la vía por la que transcurre la cita.
Así, la carretera Ma-10 (Pollença-Andratx) estará cortada el tráfico durante el grueso de la jornada del sábado. Lo estará por espacio de doce horas, según fija el reglamento de la competición, entre las siete de la mañana y las siete de la tarde, para poder desarrollarse las mangas de entrenamientos (a partir de las 8:30) y las dos de carrera oficiales (la primera está programada a las 14:30 horas y a continuación de disputaría la segunda), que en caso de accidente o retrasos verían alterado su 'timing' para poder cumplir con los plazos fijados por las autoridades.
El cierre de la vía se extenderá entre los kilómetros 51'5, en la rotonda del monumento (carretera Sóller-Port de Sóller) y el 43'6, pasado el Mirador de ses Barques, en ambos sentidos. Para los residentes en la zona de paso de la prueba automovilística se habilitará una ventana de aproximadamente sesenta minutos, entre las 13 y 14 horas, entre las subidas de entrenamiento y las de carrera, para poder desplazarse por el tramo cortado, buscando aminorar las molestias que les pueda causar por el cierre de la Ma-10, una carretera que se ha convertido en foco de tensión y reivindicaciones por parte de usuarios, vecinos y residentes en los diferentes tramos de los más de 100 kilómetros que comprende.
Además, a consecuencia de la disputa de la prueba automovilística, la línea 231 del TIB, que une el Port de Sóller y Alcúdia, ha suspendido su servicio a lo largo de todo el sábado 5 de octubre, según han informado a través de su portal web.